¿Y si somos nosotros mismos quienes creamos el colegio que deseamos para nuestros hijos e hijas?
Ese es el cimiento sobre el cual se construyó el colegio. La idea que rondaba la cabeza de todas aquellas familias que buscaban la mejor alternativa educacional para sus hijos e hijas allá por la década de los 70.
Para St. Patrick’s la educación es una tarea compartida entre formadores y familias, por ello incidimos en la importancia que tiene la implicación de todos ellos en el proceso de desarrollo de las alumnas y alumnos.
Ese es el valor diferencial que tiene nuestro sistema educativo. Un colegio creado para responder a las necesidades reales de la sociedad en la que vivimos y que prepara a su alumnado para el mundo de mañana.
Somos una cooperativa de familias de utilidad pública. La cooperación entre las familias, profesorado y alumnado se erige en valor singular de la organización, favoreciendo el máximo desarrollo de las competencias básicas y los valores del alumnado.